La Traducción y la Interpretación después de la universidad
Irene Carratalá Puertas
Cuando empecé los estudios de Traducción e Interpretación en la Universidad de Alicante, descubrí un mundo que me cautivó inmediatamente. Los profesores consiguieron transmitirme desde el principio su pasión por una profesión que tiene como objetivo garantizar la comunicación entre personas que no comparten el mismo idioma. Desde el segundo año de carrera, en 2016, la curiosidad me llevó a realizar una serie de entrevistas, tutorizadas por el profesor Iván Martínez Blasco, a traductores e intérpretes, junto con mis compañeros Celia García, Javier Beitar y Lucia Dirodi, para responder a la pregunta que todos los estudiantes de traducción e interpretación se hacían y se siguen haciendo: ¿qué pasa después de la universidad?
En este primer artículo del apartado La traducción y la interpretación después de la Universidad, recopilo la conversación que tuvimos con Irene Carratalá Puertas. Irene fue mi profesora en la universidad, ella me enseñó a traducir documentos jurídicos y administrativos y aún sigo conservando y utilizando en mi trabajo todas las herramientas, textos y glosarios que trabajamos con gran exhaustividad en sus maravillosas e interesantísimas clases.
Irene se licenció en Traducción e Interpretación por la Universidad de Alicante, actualmente es traductora autónoma a tiempo completo. Además, compagina las actividades de traducción, traducción jurada e interpretación de conferencias e imparte clases de traducción jurídico-administrativa e interpretación en la Universidad de Alicante. En la entrevista hablamos sobre la traducción jurada, el método de trabajo de un traductor autónomo, los tipos de encargos más difíciles de abordar, la captación de clientes, la traducción automática y la importancia de la labor de un traductor.
¿Qué es la traducción jurada?
La traducción jurada es un tipo de traducción que está autorizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores, es decir, que cualquier tipo de documento es susceptible de ser una traducción jurada. Normalmente, se asocia a la traducción jurídica y mucha gente confunde o mezcla jurídica con jurada. Es cierto que, como la traducción jurada lo que tiene de especial es que va certificada por un traductor que está autorizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores, se suele pedir para documentos de carácter jurídico para presentarlos en juicios o para hacer trámites administrativos. Pero en realidad, la traducción jurada podría ser desde un menú de un restaurante a algo escrito en una servilleta. Simplemente, el traductor de esa traducción certifica que la ha hecho él, que está autorizada por el Ministerio de Asuntos Exteriores y que se responsabiliza de que la traducción ha sido fiel y completa. De hecho, al final de la traducción jurada hay que poner una certificación y dice eso: “el traductor certifica que es una traducción fiel y completa”. Con lo que más trabajo es con abogados, en juicios, en notarías y casi siempre con documentación jurídica que hay que presentar en juicios o en autoridades administrativas.
¿Cuál es tu método de trabajo?
Ahora traduzco desde casa, en pijama como se suele decir, algo que siempre intento no hacer, pero que en invierno casi nunca consigo. Normalmente trabajo mucho con agencias, también con algunos clientes finales y, como hace mucho tiempo que me dedico a esto, los clientes suelen ser los habituales. Rara vez tengo muchas novedades, aunque de vez en cuando sí que hay. Lo único más complicado es cuando tengo clientes particulares de traducciones juradas y tengo que quedar con ellos para darles las traducciones. Entonces, o bien se las envío por correo, o bien hacemos “citas a ciegas” en los bares o en las rotondas también… Pero normalmente, mi rutina es empezar siempre con el ordenador, consulto constantemente el correo electrónico, siempre tengo la agenda a mano para organizar y compaginar todas mis actividades.
¿Qué tipos de encargos te resultan más difíciles?
Un cliente nuevo, o un cliente que necesita algo diferente, o un tipo de texto nuevo o un tipo de soporte que no es el que haces siempre... Tienes que estar siempre actualizándote. Ahora por ejemplo hay nuevos formatos, nuevas extensiones de archivos o incluso nuevos softwares, no de traducción automática solamente, para que mientras estás traduciendo se vaya publicando tu traducción en el programa y compartirla directamente con el cliente, por ejemplo. Entonces ese tipo de encargos al principio son los más difíciles de afrontar.
¿Cómo consigue un traductor autónomo clientes?
Un autónomo, ya sea traductor o de otra profesión, va todo el día con el chip puesto de: “¿esta persona o empresa necesitará mis servicios?”. Es simplemente ponerte en la piel de quién crees que puede necesitar traducciones y mandarle tu oferta a todo el mundo: a las agencias, por ejemplo, que hay muchas, en internet puedes encontrar listas enteras de agencias. Lo bueno de traducir es que puedes trabajar con gente de cualquier punto de mundo en realidad. Puedes mandar tu currículum hecho adrede para agencias. Los clientes finales pueden ser empresas exportadoras, despachos de abogados… Todos los que tu creas que puedan tener un contacto con el extranjero tarde o temprano van a necesitar una traducción o una interpretación. Entonces a ese cliente final más que un currículum le puedes enviar una especie de folleto de oferta de servicios, se trata de informarle sobre lo que le puedes ofrecer más que de lo que has aprendido hacer.
¿Internet es imprescindible para ser visible?
Internet lo es todo en realidad, para todos los hábitos de la vida, ¿qué haríamos sin internet? Como hemos dicho antes, hay varios tipos de clientes, están las agencias y están los clientes finales. Quizá internet, la página web o ese tipo de publicidad, llega más al cliente final, es decir, a la empresa o al particular que busca un traductor y que lo va a buscar en internet. Para las agencias, no es tan importante tu página web como tus perfiles bien actualizados como LinkedIn. Es importante que actualices bien tu información, tu formación, tu experiencia… Entonces según a qué tipo de clientes tú te quieras dirigir es más importante que potencies un aspecto u otro. Twitter, por ejemplo, o incluso páginas profesionales de Facebook, según a qué tipo de cliente te quieras dirigir, tendrás que publicar desde un punto de vista o de otro. El cliente final no tiene por qué entender ciertas cosas del proceso, por ejemplo, que sí entiende la agencia. Yo tengo un pie de firma para mis correos electrónicos. Sin embargo, a las agencias con las que trabajo desde siempre no siempre lo incluyo, pero a los clientes directos siempre. Y en el pie de firma ya viene un resumen de lo que hago: los idiomas, traducción e interpretación... Muchas veces me ha pasado que me contratan para un idioma y dicen: “¿ah también haces este otro?” y eso lo han visto en mi pie de firma que los lleva a mi página web. Twitter es una muy buena herramienta, ya no solo para buscar trabajo sino para estar en contacto con otros compañeros que también pueden ser una fuente de trabajo. Entre los traductores autónomos, aunque parezca que estamos muy separados, en realidad estamos muy conectados y muchas veces nos pasamos trabajo o consultamos o hacemos terapia de grupo, o sea que en realidad estamos muy acompañados y eso es gracias a internet, a los perfiles, a las redes sociales y a todo lo que tenemos a disposición.
¿La traducción automática nos sustituirá en el futuro?
Ciertamente, los traductores automáticos están mejorando mucho y ciertas barbaridades que se cometían las están puliendo. Yo creo que nuestros caminos no se van a enfrentar del todo nunca, que vamos a ir más bien paralelos. Es otro recurso que quizá el traductor podría utilizar. Los traductores automáticos son muy buenos, pero son mecánicos. Todo lo que pueda hacerse de forma mecánica lo hará mejor una máquina, pero la traducción tiene un gran componente que no es mecánico. Es imposible que las máquinas puedan desplazar completamente a los humanos. Es cierto que pueden ser útiles en algunos ámbitos en que los términos son muy importantes y son normalmente unívocos. Si solo se trata de unir términos quizá las máquinas conseguirán hacerlo mejor que nosotros. Pero la traducción es un mundo, no solo se trata de unir términos. Si solo se tratase de unir términos ya llevarían años haciéndolo las máquinas… Como no se trata de juntar palabras, ni de juntar términos, pues por eso lo hacemos los humanos. Entonces creo que nuestros caminos siempre seguirán paralelos.
¿Por qué es importante la labor de un traductor?
Yo veo al traductor como un profesional de la comunicación. Entonces empecemos por ahí, ¿por qué es importante la comunicación? Pues porque es el único medio que tenemos para entendernos unos con otros, ya que al fin y al cabo el ser humano vive en sociedad y la sociedad funciona porque todos nos podemos entender y si nos tenemos que poner de acuerdo es por medio del habla y de la comunicación. En general, todas las profesiones de la comunicación creo que son muy importantes. Creo que a veces es algo que dejamos un poco de lado, parece que con tan solo compartir un idioma nos vamos a entender y luego a la vista está que no. Y al revés, parece que también, que con 4 palabras o hablando a lo indio con eso basta. Pero nos estamos perdiendo todo el potencial que tiene el poder entenderse con la gente. Siempre se dice que hablando se entiende la gente y es cierto, ¿cómo no va a ser importante la labor de alguien que pueda ayudar a que se transmitan conocimientos, opiniones, intercambios…? La Unión Europea es además un gran ejemplo de ello, o bueno debería ser un gran ejemplo de ello… Montones de personas de países diferentes con idiomas diferentes y que gracias a la traducción y la interpretación son capaces de mantener reuniones en tiempo real y comunicar.
¿Y qué pasa cuando la gente que te pregunta por tu profesión y no sabe lo que es un traductor?
Me he dado cuenta de que no vale la pena ser muy beligerante. Que la gente no sepa, no es solo culpa de la gente, también puede que nosotros tengamos el papel de explicárselo y de explicárselo bien. Normalmente, las malas opiniones o la falta de conocimiento son fruto de la ignorancia, ni más ni menos. Entonces si nosotros tenemos la oportunidad de comunicar a los demás lo que hacemos, pues es nuestro deber también. No podemos esperar a que los demás reconozcan nuestro trabajo, eso puede que pase o puede que no. Mientras esperamos a que lo reconozcan, deberíamos nosotros ponernos un poco fuertes también: no trabajar por tarifas que no sean las adecuadas, no trabajar en condiciones que no sean las adecuadas, explicar a los clientes cuando te piden algo lo que se puede y lo que no se puede hacer.
Según el testimonio de Irene, podemos decir que el traductor es un profesional de la comunicación y, por lo tanto, un agente muy necesario en la sociedad actual y lo seguirá siendo a pesar de la mejora que pueda tener cualquier traductor automático. No hay labor más humana que la de traducir, una máquina podrá acompañarnos en ciertos ámbitos de la traducción, pero la decisión final la tendrá que tomar un traductor profesional. En cuanto a la captación de clientes, internet es una herramienta muy valiosa, pero hay que saber utilizarla y sacar provecho de todo lo que nos puede ofrecer para crear una red de contactos entre clientes y profesionales: redes sociales, blogs de traducción, plataformas para traductores, etc. La constante actualización del traductor, incluso después de haber finalizado los estudios, es también imprescindible. Por lo tanto, la traducción y la interpretación después de la universidad es un camino que necesita paciencia, esfuerzo y perseverancia.
Para visualizar la entrevista completa puede acceder al siguiente enlace e introducir la contraseña documental.